Según el Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), el 54,9% de la población vive en situación de pobreza y el 20,3% se encuentra en la indigencia. Estas cifras se basan en los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, correspondientes al primer trimestre de 2024. La situación es especialmente grave en el Gran Resistencia, Chaco, donde el 79,5% de la población es pobre y el 38,6% es indigente.
En el Conurbano Bonaerense, las tasas de pobreza e indigencia son del 62% y 25%, respectivamente. Agustín Salvia, director del ODSA, destacó que más del 44% de los trabajadores viven en hogares pobres, a pesar de las mejoras en programas como la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar. Además, se observa un preocupante nivel de pobreza infantil: siete de cada diez niños viven en hogares pobres y tres de cada diez en hogares indigentes.
El incremento en los niveles de pobreza e indigencia se ha atribuido a la devaluación y su impacto en los precios, así como a la falta de ajuste de salarios y jubilaciones al ritmo de la inflación. La situación empeoró notablemente desde diciembre de 2023, afectando especialmente a trabajadores informales y sectores de clase media.
Para el segundo trimestre de 2024, se espera una leve mejora en los indicadores, con una reducción de la indigencia a 17-18% y de la pobreza a 49-50%. Sin embargo, Salvia advierte que estos avances son insuficientes sin un cambio estructural en la economía que promueva la creación de empleos de calidad y mayor inversión.